Me giro bruscamente apartando esa mano de mi hombro.
-¿Que haces tu aqui?
Harry me mira con su típica y arrogante sonrisa, que no desaparece de su rostro ni un segundo.
-Me han invitado- Dice bajando el ultimo escalón.
Retrocedo varios pasos haciendo que queden unos metros de separación entre el y yo.
Retrocedo varios pasos haciendo que queden unos metros de separación entre el y yo.
-¿Quien te ha invitado?
Formulo aquella pregunta sin mirarle a los ojos, me es casi imposible hacerlo, esos ojos verdes me intimidad como nunca nadie lo había echo.
-¿Quien te ha invitado a ti?
-A mi no me tiene que invitar nadie, yo soy amiga de Sam.
Levanto la mirada y el rostro de Harry esta algo serio.
-¿Que pasa?
No dice nada, simplemente se limita a apoyarse en la barandilla. Sus ojos me contemplan de arriba a bajo como una docena de veces, y aquello me esta poniendo realmente nerviosa, Harry vuelve a sonreír y se incorpora. ¿Que cojones le ocurre?
-Con que tu eres, la amiga de Sam, ¿No?
-Eso te acabo de decir, si, ¿Que pasa que eres demasiado lento para pillar las cosas cuando te hablo?
Se lleva la mano al mentón y suelta una carcajada.
-Que graciosa eres.
-A mi lo que me hace gracia es tu cara- Respondo sin pudor.
Harry eleva una ceja, niega con la cabeza e ignora mi ultimo comentario. Se acerca hacia mi.
-Al final resulta que Zayn no me quería colocar a la amiga fea, sino al contrario.- Se arremanga la camisa azul de Ralph Lauren que lleva, me atrapa por la cintura mientras se muerde el labio y me contempla con deseo, pero consigo deshacerme de el de un empujón.
-¿Que cojones haces?- Digo retrocediendo.
-Vamos nena, si lo estas deseando- Vuelve a rodearme la cintura con sus brazos. Su piel roza suavemente la mía provocando una pequeña descarga.
-Uno, no me llames nena, y dos, lo único que me das es asco.
Pongo mis manos en su pecho y le aparto de mi, furiosa.
Mi respiración esta entrecortada, noto como la de Harry también.
Me plancho el vestido con las manos y coloco el pelo que cae por mi frente detraes de mi oreja. Noto como el corazón me va a mil, hacia tiempo que ningún chico lo conseguía.
[Sam]
Veo a Barbara sentada en el sofá, esta con el móvil jugando a un estúpido demo que se descargo hace varios días. Me acomodo a su lado y le confisco su teléfono por unos minutos.
-¿Que te pasa?- Le doy un trago a mi vodka con caramelo, su sabor recorre toda mi garganta creando cientos de sensaciones a su paso, le ofrezco a Barbara, pero arruga la nariz asqueada.
-Sam, ¿Tu conoces a un tal Harry?
Aquella pregunta me pilla por sorpresa.
-¿Moreno con el pelo rizado, y de ojos verdes?-Pregunto.
Barbara me mira y mueve la cabeza de arriba a bajo contestando a mi pregunta.
-Si, ¿Por?
Vuelvo a darle un trago a mi copa, esta vez no tan largo, simplemente para endulzar un poco mi boca.
-No por nada, simplemente me lo encontré y cuando le dije que era tu amiga dijo algo de que Zayn no le había colocado la amiga fea.
Barbara achina los ojos, y esa mirada me la conozco.
-Con que querías que fuera a la fiesta para encontrarme con el, perra.
Mi amiga me lanza un puño directo al brazo, y hace que el vodka se caiga en la alfombra.
-Me has tirado la copa.
-¿Y eso que mas da?
-Que tendremos que llevarla al tinte- Protesto.
-Dejate de tinte Sam, solo querías que fuera a esa fiesta para..
Agarro de los hombros a mi amiga y la miro a los ojos sin dejarla terminar la frase.
-Para que dejes de pensar en James, para que empieces a vivir la vida y dejes los miedos atrás, para que seas tu misma, la antigua Barbara que tanto nos gustaba a todos. Tienes 18 años y toda una vida por delante, y si ese accidente no se llevo la tuya, piensa que tal vez es por algo.- La agarro de las manos, Barbara esta temblando.- Piensa que lo que sea que este ahí arriba ha querido darte una segunda oportunidad y tu la estas desaprovechando.
Noto como sus ojos se cristalizan poco a poco, los míos también lo hacen pero de una forma mas lenta, ella se echa sobre mi y la envuelvo con mis brazos. Poco a poco noto como el cuerpo de mi amiga se contrae a causa del llanto, y yo no puedo hacer nada. Se que tal vez he sido demasiado directa pero es la única forma de que se de cuenta de la realidad.
Barbara se separa de mi, el rimel negro ha desaparecido de sus pestañas, y ahora se encuentra por todo su rostro, me acerco a la mesa y cojo una servilleta con la que limpio los ojos de mi amiga, su mirada se torna a una mas pacifica y sincera, deja mostrar una pequeña sonrisa mientras retiro el ultimo pegote negro de rimel en su mejilla derecha.
-Perdon- Dice arrebatando me el papel de las manos.
Acaricio su pelo y beso su frente.
-No me tienes que pedir perdón por nada, yo simplemente...
-Simplemente eres mi mejor amiga, y quieres lo mejor para mi, lo se.
-Exacto.
Mi amiga junta los labios y muestra una gran curva en ellos, deja caer la servilleta al suelo y se levanta.
-Pon me algo de beber, necesito liberar emociones.
La miro atónita.
-Pero si tu nunca bebes.
-Ya- Se encoge de hombros- Pero siempre hay una primera vez para todo- Responde echando a andar hacia el minibar de la casa.
[Barbara]
El primer trago entro difícilmente, me ardía la garganta con aquella bebida verde que Zayn me estaba sirviendo pero no me importo, volví a darle otro trago al licor verde dejando un nuevo rastro amargo en mi boca.
-Otra más- Digo moviendo mi vaso de un lado a otro intentando captar la atención de Zayn.
-Barbara, con este vaso llevas ya cuatro, y para alguien que no bebe..
-Que te calles y me pongas otro vaso- Ordeno mientras me llevo una mano a la cabeza. Estoy ardiendo, noto como mis mejillas están acaloradas, mi boca echa fuego y siento un gran ardor en mi estomago. Me retiro el pelo hacia un único lado y suspiro. Me siento algo mareada, supongo que sera por la bebida, que por cierto, ¿Donde demonios se ha ido Zayn con mi vaso?
Me desprendo de la barra del minibar en busca de mi amiga o de Zayn, pero en vede a ellos me encuentro a Harry, en el jardín bailando con una rubia de escandalo al ritmo de la musica. Me plancho la fala con las manos y coloco mi pelo mientras camino hasta donde el se encuentra. Aquel licor verde me esta haciendo unos efectos muy raros, me siento con muchísima adrenalina y con ganas de arrasarlo todo.
Me coloco junto aquella chica y con un fuerte contoneo de cadera la quito del sitio colocándome así enfrente de el chico de rizos. Aquella rubia dice algo que no me es posible escuchar puesto que el volumen de la musica es demasiado alto, tanto que noto como retumba por toda mi cabeza.
Harry me mira confundido, pero como siempre, con su sonrisa arrogante. Le indica a la muchacha que se marche con un leve gesto de manos y se acerca a mi.
-¿Que haces? ¿No te daba asco?
Me separo de el y le miro entrecerrando y abriendo los ojos muy rápido.
-Cállate o harás que me arrepienta y me vaya- Digo a escaso metros de su oído.
Harry eleva una ceja y afirma con la cabeza, sus brazos se enredan alrededor de mi cintura, mis brazos lo hace pero rodeando su cuello, nuestros cuerpos se acercan quedando sumamente pegados. Ni una pequeña capa de aire podría pasar entre nosotros dos. Noto el suave movimiento de Harry al son de la música, le imito con un fuerte contoneo de cadera hacia los lados, bajando y subiendo, algo que parece que a Harry le gusta, el dolor de cabeza se acentúa cada vez más, pero le hago caso omiso, un calor recorre todo mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza, retiro una mano del cuello de Harry y me abanico con ella. Se nota que la primavera esta llegando a su fin. El siguiente paso es retirar el pelo que cae por mi cara y lo hago echando mi cuerpo hacia atrás, dejando que caiga por la espalda, al incorporarme noto unos labios sobre mi piel, subiendo por mi cuello hasta el lóbulo, algo que hace que una fría descarga atraviese mi espina dorsal, cierro los ojos, no se si por el cansancio o por el tremendo placer que aquello me ha producido, lo que si se es que quiero volver a sentirlo, así que vuelvo a inclinarme un poco hacia atrás, invitando a Harry a que repita, y lo hace, pero esta vez de una forma mucho mas sensual y placentera. Su boca sigue subiendo desde mi oreja por mis mejillas y sus labios terminan uniéndose con los míos, mis manos se pierden por su pelo mientras su lengua se introduce con lentitud en mi boca, recorre cada parte de ella inspeccionándola, yo se lo permito, y es mas hago lo mismo. Creo que esto esta llegando a un punto en el que no se que hago, simplemente me dejo llevar, sus besos son frenéticos, rápidos pero a al vez lentos y bonitos, su lengua pasa ahora a un segundo plano, ya solo me besa apasionadamente, y es preocupante por que realmente besa bien, que digo bien, demasiado bien. Me separo de el para coger aire, y esta vez yo intercepto su boca con deseo.
-Vamos arriba- Me susurra.
Yo suspiro, las piernas me flaquean pero creo que podre hacerlo.. Pero espera, ¿Hacer que? Estoy totalmente perdida mi cuerpo actúa por mi.
Harry me lleva de la mano, pasamos por el salón y subimos las escaleras, al llegar arriba me atrae hasta el y vuelve a besarme y a juguetear con mi lengua. Yo sigo sus movimientos, aun que siento como el cuerpo me pesa y la cabeza da vueltas a todo. Abre la puerta habilidosa mente sin separarse de mi, su boca busca mi cuello en la oscuridad, y lo encuentra. Arqueo mi espalda al notar otra vez esa pequeña descarga que inunda todo mi cuerpo de placer, los dos caemos sobre la cama mientras Harry me quita la camiseta, sus manos buscan ahora el enganche de mi sujetador al mismo tiempo que yo desabrocho los botones de su camisa, después de unos segundos lo consigo y la lanzo a cualquier lado. Me pesan los brazos , las piernas, y los parpados, Dios, esto es demasiado para mi.
Un rayo de sol que entra por la pequeña rendija de la persiana impacta de yeno en mi cara, haciendo que me despierte, me llevo las manos a la cabeza, aquel dolor es insoportable. Cierro los ojos y respiro profundamente. ¿Que paso anoche? No me acuerdo de nada. Masajeo mi sien intentando recordar algo y así calmar un poco la resaca. Me giro lentamente para incorporarme en la cama y ahí esta el, Harry esta a mi lado, despeinado arropado hasta la cintura y sin su camisa. Abro los ojos como platos y me llevo las manos a la boca. Busco por mi habitación sus pantalones temiéndome lo peor y doy con ellos, ahogo un pequeño grito que no se si es de dolor o de que. Conduzco mis manos hasta el filo del edredon, y lo levanto con cuidado.
Mierda, no puede ser, ¿Donde cojones esta mi ropa?
Formulo aquella pregunta sin mirarle a los ojos, me es casi imposible hacerlo, esos ojos verdes me intimidad como nunca nadie lo había echo.
-¿Quien te ha invitado a ti?
-A mi no me tiene que invitar nadie, yo soy amiga de Sam.
Levanto la mirada y el rostro de Harry esta algo serio.
-¿Que pasa?
No dice nada, simplemente se limita a apoyarse en la barandilla. Sus ojos me contemplan de arriba a bajo como una docena de veces, y aquello me esta poniendo realmente nerviosa, Harry vuelve a sonreír y se incorpora. ¿Que cojones le ocurre?
-Con que tu eres, la amiga de Sam, ¿No?
-Eso te acabo de decir, si, ¿Que pasa que eres demasiado lento para pillar las cosas cuando te hablo?
Se lleva la mano al mentón y suelta una carcajada.
-Que graciosa eres.
-A mi lo que me hace gracia es tu cara- Respondo sin pudor.
Harry eleva una ceja, niega con la cabeza e ignora mi ultimo comentario. Se acerca hacia mi.
-Al final resulta que Zayn no me quería colocar a la amiga fea, sino al contrario.- Se arremanga la camisa azul de Ralph Lauren que lleva, me atrapa por la cintura mientras se muerde el labio y me contempla con deseo, pero consigo deshacerme de el de un empujón.
-¿Que cojones haces?- Digo retrocediendo.
-Vamos nena, si lo estas deseando- Vuelve a rodearme la cintura con sus brazos. Su piel roza suavemente la mía provocando una pequeña descarga.
-Uno, no me llames nena, y dos, lo único que me das es asco.
Pongo mis manos en su pecho y le aparto de mi, furiosa.
Mi respiración esta entrecortada, noto como la de Harry también.
Me plancho el vestido con las manos y coloco el pelo que cae por mi frente detraes de mi oreja. Noto como el corazón me va a mil, hacia tiempo que ningún chico lo conseguía.
[Sam]
Veo a Barbara sentada en el sofá, esta con el móvil jugando a un estúpido demo que se descargo hace varios días. Me acomodo a su lado y le confisco su teléfono por unos minutos.
-¿Que te pasa?- Le doy un trago a mi vodka con caramelo, su sabor recorre toda mi garganta creando cientos de sensaciones a su paso, le ofrezco a Barbara, pero arruga la nariz asqueada.
-Sam, ¿Tu conoces a un tal Harry?
Aquella pregunta me pilla por sorpresa.
-¿Moreno con el pelo rizado, y de ojos verdes?-Pregunto.
Barbara me mira y mueve la cabeza de arriba a bajo contestando a mi pregunta.
-Si, ¿Por?
Vuelvo a darle un trago a mi copa, esta vez no tan largo, simplemente para endulzar un poco mi boca.
-No por nada, simplemente me lo encontré y cuando le dije que era tu amiga dijo algo de que Zayn no le había colocado la amiga fea.
Barbara achina los ojos, y esa mirada me la conozco.
-Con que querías que fuera a la fiesta para encontrarme con el, perra.
Mi amiga me lanza un puño directo al brazo, y hace que el vodka se caiga en la alfombra.
-Me has tirado la copa.
-¿Y eso que mas da?
-Que tendremos que llevarla al tinte- Protesto.
-Dejate de tinte Sam, solo querías que fuera a esa fiesta para..
Agarro de los hombros a mi amiga y la miro a los ojos sin dejarla terminar la frase.
-Para que dejes de pensar en James, para que empieces a vivir la vida y dejes los miedos atrás, para que seas tu misma, la antigua Barbara que tanto nos gustaba a todos. Tienes 18 años y toda una vida por delante, y si ese accidente no se llevo la tuya, piensa que tal vez es por algo.- La agarro de las manos, Barbara esta temblando.- Piensa que lo que sea que este ahí arriba ha querido darte una segunda oportunidad y tu la estas desaprovechando.
Noto como sus ojos se cristalizan poco a poco, los míos también lo hacen pero de una forma mas lenta, ella se echa sobre mi y la envuelvo con mis brazos. Poco a poco noto como el cuerpo de mi amiga se contrae a causa del llanto, y yo no puedo hacer nada. Se que tal vez he sido demasiado directa pero es la única forma de que se de cuenta de la realidad.
Barbara se separa de mi, el rimel negro ha desaparecido de sus pestañas, y ahora se encuentra por todo su rostro, me acerco a la mesa y cojo una servilleta con la que limpio los ojos de mi amiga, su mirada se torna a una mas pacifica y sincera, deja mostrar una pequeña sonrisa mientras retiro el ultimo pegote negro de rimel en su mejilla derecha.
-Perdon- Dice arrebatando me el papel de las manos.
Acaricio su pelo y beso su frente.
-No me tienes que pedir perdón por nada, yo simplemente...
-Simplemente eres mi mejor amiga, y quieres lo mejor para mi, lo se.
-Exacto.
Mi amiga junta los labios y muestra una gran curva en ellos, deja caer la servilleta al suelo y se levanta.
-Pon me algo de beber, necesito liberar emociones.
La miro atónita.
-Pero si tu nunca bebes.
-Ya- Se encoge de hombros- Pero siempre hay una primera vez para todo- Responde echando a andar hacia el minibar de la casa.
[Barbara]
El primer trago entro difícilmente, me ardía la garganta con aquella bebida verde que Zayn me estaba sirviendo pero no me importo, volví a darle otro trago al licor verde dejando un nuevo rastro amargo en mi boca.
-Otra más- Digo moviendo mi vaso de un lado a otro intentando captar la atención de Zayn.
-Barbara, con este vaso llevas ya cuatro, y para alguien que no bebe..
-Que te calles y me pongas otro vaso- Ordeno mientras me llevo una mano a la cabeza. Estoy ardiendo, noto como mis mejillas están acaloradas, mi boca echa fuego y siento un gran ardor en mi estomago. Me retiro el pelo hacia un único lado y suspiro. Me siento algo mareada, supongo que sera por la bebida, que por cierto, ¿Donde demonios se ha ido Zayn con mi vaso?
Me desprendo de la barra del minibar en busca de mi amiga o de Zayn, pero en vede a ellos me encuentro a Harry, en el jardín bailando con una rubia de escandalo al ritmo de la musica. Me plancho la fala con las manos y coloco mi pelo mientras camino hasta donde el se encuentra. Aquel licor verde me esta haciendo unos efectos muy raros, me siento con muchísima adrenalina y con ganas de arrasarlo todo.
Me coloco junto aquella chica y con un fuerte contoneo de cadera la quito del sitio colocándome así enfrente de el chico de rizos. Aquella rubia dice algo que no me es posible escuchar puesto que el volumen de la musica es demasiado alto, tanto que noto como retumba por toda mi cabeza.
Harry me mira confundido, pero como siempre, con su sonrisa arrogante. Le indica a la muchacha que se marche con un leve gesto de manos y se acerca a mi.
-¿Que haces? ¿No te daba asco?
Me separo de el y le miro entrecerrando y abriendo los ojos muy rápido.
-Cállate o harás que me arrepienta y me vaya- Digo a escaso metros de su oído.
Harry eleva una ceja y afirma con la cabeza, sus brazos se enredan alrededor de mi cintura, mis brazos lo hace pero rodeando su cuello, nuestros cuerpos se acercan quedando sumamente pegados. Ni una pequeña capa de aire podría pasar entre nosotros dos. Noto el suave movimiento de Harry al son de la música, le imito con un fuerte contoneo de cadera hacia los lados, bajando y subiendo, algo que parece que a Harry le gusta, el dolor de cabeza se acentúa cada vez más, pero le hago caso omiso, un calor recorre todo mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza, retiro una mano del cuello de Harry y me abanico con ella. Se nota que la primavera esta llegando a su fin. El siguiente paso es retirar el pelo que cae por mi cara y lo hago echando mi cuerpo hacia atrás, dejando que caiga por la espalda, al incorporarme noto unos labios sobre mi piel, subiendo por mi cuello hasta el lóbulo, algo que hace que una fría descarga atraviese mi espina dorsal, cierro los ojos, no se si por el cansancio o por el tremendo placer que aquello me ha producido, lo que si se es que quiero volver a sentirlo, así que vuelvo a inclinarme un poco hacia atrás, invitando a Harry a que repita, y lo hace, pero esta vez de una forma mucho mas sensual y placentera. Su boca sigue subiendo desde mi oreja por mis mejillas y sus labios terminan uniéndose con los míos, mis manos se pierden por su pelo mientras su lengua se introduce con lentitud en mi boca, recorre cada parte de ella inspeccionándola, yo se lo permito, y es mas hago lo mismo. Creo que esto esta llegando a un punto en el que no se que hago, simplemente me dejo llevar, sus besos son frenéticos, rápidos pero a al vez lentos y bonitos, su lengua pasa ahora a un segundo plano, ya solo me besa apasionadamente, y es preocupante por que realmente besa bien, que digo bien, demasiado bien. Me separo de el para coger aire, y esta vez yo intercepto su boca con deseo.
-Vamos arriba- Me susurra.
Yo suspiro, las piernas me flaquean pero creo que podre hacerlo.. Pero espera, ¿Hacer que? Estoy totalmente perdida mi cuerpo actúa por mi.
Harry me lleva de la mano, pasamos por el salón y subimos las escaleras, al llegar arriba me atrae hasta el y vuelve a besarme y a juguetear con mi lengua. Yo sigo sus movimientos, aun que siento como el cuerpo me pesa y la cabeza da vueltas a todo. Abre la puerta habilidosa mente sin separarse de mi, su boca busca mi cuello en la oscuridad, y lo encuentra. Arqueo mi espalda al notar otra vez esa pequeña descarga que inunda todo mi cuerpo de placer, los dos caemos sobre la cama mientras Harry me quita la camiseta, sus manos buscan ahora el enganche de mi sujetador al mismo tiempo que yo desabrocho los botones de su camisa, después de unos segundos lo consigo y la lanzo a cualquier lado. Me pesan los brazos , las piernas, y los parpados, Dios, esto es demasiado para mi.
Un rayo de sol que entra por la pequeña rendija de la persiana impacta de yeno en mi cara, haciendo que me despierte, me llevo las manos a la cabeza, aquel dolor es insoportable. Cierro los ojos y respiro profundamente. ¿Que paso anoche? No me acuerdo de nada. Masajeo mi sien intentando recordar algo y así calmar un poco la resaca. Me giro lentamente para incorporarme en la cama y ahí esta el, Harry esta a mi lado, despeinado arropado hasta la cintura y sin su camisa. Abro los ojos como platos y me llevo las manos a la boca. Busco por mi habitación sus pantalones temiéndome lo peor y doy con ellos, ahogo un pequeño grito que no se si es de dolor o de que. Conduzco mis manos hasta el filo del edredon, y lo levanto con cuidado.
Mierda, no puede ser, ¿Donde cojones esta mi ropa?